
Volvió de manera triunfal el Fimucité al Auditorio de Tenerife, en Santa Cruz. Excepcional velada en la que tuvimos la posibilidad de paladear la deliciosa mezcla melómana y cinéfila que suele propiciar este Festival Internacional de Cine de la isla. De manera puntual, a las 19:30 horas del viernes 24 se apagaban las luces de la sala principal del recinto y todo anunciaba el placentero y suculento plato que íbamos a presenciar. El tributo al recientemente desaparecido gran Maestro Ennio Morricone por la Orquesta Sinfónica de Tenerife bajo la batuta de Diego Navarro esperaba.
Los dos presentadores de la velada anunciaban, de manera previa a la celebración del concierto, la entrega de los Premios de la Música para el Audiovisual español por parte de autoridades políticas de la Isla y del municipio. Las categorías de los galardones fueron Mejor música orquestal, Mejor música electroacústica, Mejor música original para serie y Mejor música original para publicidad. Los premios dependen no sólo del Fimucité sino también de Musimagen (Asociación de Compositores de música para audiovisual).

Tras el prolegómeno inicial nos aproximábamos a disfrutar de las partituras del Maestro italiano de las bandas sonoras que han marcado los pasados 50 años de la música de cine. Ennio Morricone, y esto no es ningún secreto, pasa por ser una de las referencias claves de muchos músicos y no sólo de aquellos que tienen como objetivo poner música al cine, sino en general.
El concierto consistió en un estupendo viaje, una selección de lo mejor de la obra de tan reputado músico. Pudimos disfrutar de la música de Los Intocables de Eliot Ness, Cinema Paradiso, Novecento, La Misión y Hasta que llegó su hora, entre otros. Los “Intocables”, película de Brian de Palma, era la pieza perfecta para dar el inicio musical a la velada.
Además de la lujosa intervención de la Orquesta Sinfónica de Tenerife y de Diego Navarro a la batuta, el concierto contó con la colaboración de destacados músicos como Guillermo Pérez Alberto a la armónica, Kike Perdomo al saxo y también la soprano Carmen Acosta, que entraban y salían de escena conforme su presencia y música era requerida. Hay que reseñar igualmente la participación de un excelente coro que daba una exquisita cobertura a la OST.
Poco a poco las canciones fueron cayendo sobre el hipnotizado público que además llenaba el recinto hasta el punto del sold out (con la normativa covid mediante). Son tantos los fans de la música de Morricone y del Fimucité que suponemos que el lleno se hubiera conseguido igualmente sin tales normas sanitarias.
Uno de nuestros momentos predilectos fue la interpretación del tema principal de Cinema Paradiso, tan sentimental ella. La cinta de Giuseppe Tornatore pasa por ser una de nuestras favoritas y supuso para nosotros un placer tremendo disfrutar de su música.
Justo antes de la interpretación de la música de La Misión (Roland Joffé, 1986), Diego Navarro cogía por primera vez (y casi por última) el micrófono para hacernos partícipes de sus sentimientos con respecto a Morricone y para destacar las veces que escuchó en su domicilio santacrucero el vinilo de esta monumental película. Confesó el director que estuvo a punto de romperlo a base de repasar una y otra vez los surcos.
La organización tuvo el acierto de incluir un descanso de 20 minutos dentro del programa algo que hizo que la gente estuviera más relajada en todo el concierto.

Se aproximaba el final de la cita y Diego Navarro nos advertía de su capacidad de sorprendernos con “algunos ases que tenía guardado en la manga”. De esta manera volvía Carmen Acosta de manera estelar a escena para interpretar canciones como «Ecstasy of Gold» de El Bueno, El Feo y El Malo (Sergio Leone, 1968). Con esa prenda del espagueti western, entre aplausos, ovaciones y el público de pie después de unos aproximadamente 5 minutos, llegaba al final el concierto que tendría su réplica el día siguiente.
En conclusión, formidable cita (y van unas cuantas) que propicia el Festival Internacional de Cine de Tenerife Fimucité en el auditorio principal de la Capital. Con música del Maestro Morricone es relativamente común caer en las garras de la pasión y del arte, y a eso se apunta todo el público ¡Ya esperamos la 16ª edición que llegará en 2022!